martes, 19 de junio de 2012

Tatuaje amputado

Un tío se hace un tatuaje en el brazo, después de mucho jijí-jajá se decide por fin a hacerse un tatuaje en el brazo derecho -detalles accesorios irrelevantes-. Bien, ya tenemos al tío con el tatuaje: Fase 1 completada.


Al día siguiente de hacerse el tatuaje, ¡Qué digo al día siguiente!, ¡El mismo día! Hemos venido a soñar, es más, AL SALIR DEL ESTUDIO tiene un accidente muy grave y le tienen que amputar el brazo izquierdo, nono, el derecho. LE AMPUTAN EL BRAZO DEL TATUAJE.


Estoy seguro, segurísimo, pondría un saco de manos en el fuego, de que en algún momento de gilipollez máxima se le pasa por la cabeza lamentarse por no haber podido lucir el tatuaje. Lo accesorio suplanta a lo principal. Ese pequeño desliz mental tiene que ser muy doloroso, durante un instante sientes el dolor pequeño de no poder exhibir tu tatuaje y justo después, zas, vuelve la amputación. "¡Ah! es verdad, que ya no tengo brazo, jaja qué tonto".


sábado, 10 de marzo de 2012

Quejarse es gratis (X)

Hoy le he mandado un mail a Kellog's. Sus cucharas láser de Star Wars son una estafa.

Furiosos días señor Kellog,

¿Furiosos por qué? Pues porque me siento estafado. ¿Estafado con qué? Vaya, ¿Así que ahora nos preocupa la satisfacción de los clientes? ¡Quién lo diría después de ver el ENGAÑO de su promoción de cucharas láser de Star Wars! No me tome por loco, sé que, aunque ustedes anuncien lo contrario, la idea de unas cucharas láser es absurda y sobretodo, poco práctica: calentarían mucho la leche, quemarían los cereales y provocarían un sinfín de accidentes domésticos poco agradables. Bien, descartada la intrigante pero desaconsejable idea de cucharas realmente formadas con emisiones láser, ustedes proceden a ilustrar las cajas de cereales con unas cucharas que presentan un precioso halo de luz a su alrededor. Algo, que lógicamente invita a pensar que las cucharas láser que contiene el paquete, BRILLAN. Pero no brillan, no brillan en absoluto, ¿Qué significa ese halo entonces? ¿A qué están jugando? ¿Son cucharas santificadas? ¿Quieren que mueva MIS HILOS y me ponga en contacto con la Santa Sede? No, no creo que quieran eso.

Exijo una satisfacción.

Furiosamente suyo.

miércoles, 11 de enero de 2012

Te emocionarás como la primera vez

Ese es el eslogan con el que anuncian la nueva novela de Carlos Ruiz Zafón -aka CRZ-. 'Te emocionarás como la primera vez', uf, aquí hay mucha madeja. ¿Como qué primera vez? ¿Como la primera vez que leíste una novela de Zafón? ¿Están reeditando su primera novela para garantizarse esa misma emoción? Porque si es una nueva novela no dicen que te vayas a emocionar tanto como la primera vez, ni más que la primera vez. No, no, te están asegurando un emocionamiento equivalente, un reflejo de una emoción pretérita, un truco de magia muy jodido de calibrar, un equilibrio imposible, una obra tan pensada, TAN LOCA, que si mueves una sola coma se va todo a tomar por el culo y el Edificio Planeta amanece en llamas prendido por fans descontentos.

La otra opción es que te prometan que te vas a emocionar como la primera vez, pero como la primera vez en general, como la primera vez que te emocionaste en toda tu vida. Esto ya se pone raro. No sé, ¿os acordáis alguno de cómo os emocionasteis la primera vez? Igual ni siquiera fue para tanto. Igual te prometen que te vas a emocionar como la primera vez, lo cumplen, encima los HIJOSDEPUTA lo clavan, pero es una emoción de baja intensidad y ni siquiera le puedes prender fuego a nada.

domingo, 9 de octubre de 2011

La caída de Sor Angelina

En todo el convento de Ramesca no había crucifijo que brillara como el de Sor Angelina, por mucho que el resto de hermanas lo intentaran -ayudadas incluso por la propia Angelina en su infinita y odiosa generosidad- ninguna conseguía los mismos resultados. Ocurría exactamente igual con sus almas: La de Angelina brillaba por encima del resto. Alguna novicia llegó a asegurar que había visto un halo sobre su cabeza. Alguna novicia fue castigada con una severa azotaina por blasfema; por blasfema y por poner de manifiesto la ya de por si hiriente superioridad de Angelina.

El hecho de que no existieran los premios a monja del año no impedía que en el convento hubiera una envidia silenciosa hacia Sor Angelina. El resto de hermanas ansiaban su caída, pero precisamente esos pecaminosos deseos las situaban cada vez más lejos del altar en el que la hija pródiga del convento parecía haberse instalado a perpetuidad.

De entre todas las hermanas la que sentía una animadversión más agria hacia Angelina era la madre superiora, una anciana de rostro inescrutable cuyo nombre completo se había perdido como también se perdió su paciencia el día en el que Angelina recibió una carta del obispo reconociendo su labor. Como si fuera poco que el obispo la ninguneara de aquella forma junto a la carta venía una caja de huesos de San Expedito, ¡Con lo que le gustaban a ella los huesos de San Expedito!. Sin duda nadie sufrió como la madre superiora para rechazar los dulces cuando -¡Cómo no!- Sor Angelina se los ofreció a todas. Sin embargo ese sufrimiento se vio compensado varias horas después.

Con las uñas clavadas en la porcelana del borde inferior del retrete Sor Angelina rogaba porque el nuevo 'advenimiento' no la propulsara contra el techo. Ya llevaba más de una hora encerrada en aquella cárcel blanca y estaba segura de que su escandalosa gastroenteritis no habría pasado desapercibida. A menudo había deseado que Dios la pusiera a prueba de alguna forma para poder demostrar su fe inquebrantable pero no de aquella forma, no de una forma tan secular, tan terrenal, tan sucia. Pero lo peor no era eso, lo peor es que ni siquiera estaba pasando la prueba. ¿Con qué estaban hechos esos huesos de San Expedito? Era insufrible, no sabía cómo era el infierno pero estaba casi segura de que no ardía tanto. ¿Y lo de la eternidad? Bueno, aquello tampoco parecía irse a acabar pronto. Ya no tenía muy claro dónde había más cantidad de Sor Angelina, si encima o debajo del retrete, sentía como si su cuerpo se estuviera derramando sin control hasta que finalmente fracasó. No pasó la prueba. A pleno pulmón y entre lágrimas de desesperación le rogó a Diós que aquello parara.

Cuando cinco horas después consiguió salir del baño la sonrisa con la que le recibió la madre superiora y su fingida preocupación no le afectaron en absoluto. Tenía otras cosas en las que pensar, para ella Diós había muerto aquella misma tarde.

miércoles, 6 de julio de 2011

El Secreto de Juan y Medio

Esto no es un rumor como lo del loft de Guardiola con Constantino Romero en Barcelona, esto es un hecho. Bueno, tampoco es que sea un hecho, pero es una conclusión a la que se llega por pura ciencia. No es magia, es ciencia, bueno, pseudociencia... pero tampoco os preocupéis mucho por eso, ya veréis lo bien que nos lo vamos a pasar.

En realidad es algo que muchos ya habréis pensado alguna vez, es algo que está ahí, supurando por todos los poros de la cultura pop española. Juan y Medio siempre rodeado de viejas en programas infames de Canal Sur, seguro, PERO SEGURO, que a alguna se ha follado. Tantas viejas mojando las bragas por las corvas de Juan día tras día, mes tras mes. Yo que sé, en algún momento de debilidad, después de una paja interrupta o algo así, un encuentro en la tercera edad. Venga Juan, que sé que lees esto, no me dejes sólo, confiésalo, no hace falta que des nombres, pero joder, a alguna ya te habrás follado ¿no? que uno no es de piedra.

Yo creo que además las viejas lo saben, saben que de vez en cuando toca, van a sus programas como si fueran una rifa de pollas. Por eso se ríen así en el público, esas risas nerviosas e histéricas precoito, UuuuUhUhUuUHh, hay rumores en el plató de que Juan y Medio hoy viene con ganas, hay un rollo muy turbio entre bambalinas, un doble sentido constante entre el equipo técnico del programa que acrecienta la tensión sexual en el plató. Menudo conquistador del ocaso estás hecho, figura.

Nota: Observad cómo, elegantemente, no he hecho ninguna mención a los programas con niños de Juan y Medio. En caso de juicio no os creáis que es moco de pavo.

domingo, 5 de junio de 2011

El bigote fantasma


¿Habéis visto a Aznar últimamente?, bien, miradle atentamente ¿No notáis nada raro? No, claro que no lo notáis, nadie lo nota, pero ya no tiene bigote, YA NO TIENE BIGOTE. Aznar no tiene bigote y nadie lo ve. Entre su nariz y su labio superior hay un erial paralítico que el subconsciente colectivo sigue llenando de pelo. Se ha producido un fenómeno como el de los miembros fantasmas de los amputados pero al revés. Los amputados siguen notando el miembro que les falta y nosotros seguimos notando el bigote que le falta a Aznar.


Aunque no sé si a él le pasará lo mismo, a lo mejor él también sigue viendo su bigote. Joder, eso sería terrible, estaría todo el día afeitándose, muy obsesionado, pasándose la cuchilla muy fuerte, Ana Botella preocupadísima porque a su marido se le está yendo la cabeza de cojones, bueno no, que va a estar preocupada, ella también vería el bigote fantasma y a lo mejor hasta le ayudaría a afeitarse. Menuda pesadilla, acabaría arrancándose el labio superior.

Yo creo que si se arranca el labio superior y deja al aire la piñata con un buen tramo de encía el horror sustituirá al miembro fantasma y se acabará ese espejismo diabólico. Sería algo asqueroso pero comprensible, algo tangible y no un puto juego espectral desconcertante. Habría que estar muy loco ya para seguir viendo ahí un buen bigote en vez de ese atisbo repugnante de calavera y muerte.


sábado, 9 de abril de 2011

Pégale al suelo.

Esa cosa tan humana, te tropiezas y miras atrás a ver por qué ha pasado, miras al suelo buscando explicaciones. Un pequeño click, un 'ir más allá'. Enfadarte mucho con el suelo, le insultas, te tiras encima de él y le arreas unos buenos puñetazos, hasta que te sangran los nudillos depellejados. Morder el suelo. No por un bordillo a lo fácil, atacando una zona asible, no, muerdes el suelo en su parte plana, los 180º de suelo, tienes que abrir la boca hasta el infinito, estás tan enfadado que lo consigues, te crujen las mandíbulas como si partieras nueces y abarcas el suelo muy fuerte, se te incrustan los dientes en las encías. Mucha sangre y cemento.

Y ni siquiera es una cosa pasajera, una enajenación, no, no, aquí no te levantas y te ríes excusándote 'jeje perdón, se me ha ido la olla', este es un enfado serio, con rencor. Luego vas hablando mal del suelo, vas intentando poner a la gente en su contra, malmetiendo.

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